jueves, 5 de diciembre de 2013

Beso justo

si tengo que arrancarte con la lengua
las palabras de la boca
espero que valgan
la alegría
           de un gritoreclamo que retumbe
                           hasta la casa de gobierno

jueves, 7 de noviembre de 2013

Un cuento para ser feliz

Ana llegó esa mañana muy temprano al prostíbulo de las letras. Pidió por Camila, de quien le habían dado excelentes referencias, y la escuchó leer un pequeño texto fantástico cuya autora peruana no conocía ni recordaría el nombre aunque se esforzara. Luego hicieron el amor. Ana nunca quiso aprender a leer palabras: sigue prefiriendo que la sorprenda la magia de no adelantar las historias con la traición apurada de los ojos y degustar sorbo a sorbo la novedad de las no invenciones en ficción. Jamás pudo despojarse de la voz de Camila, ni siquiera cuando entendió que ella también dormía entre las líneas de una hoja ajada, dentro de un voluminoso libro del cuarto estante en ese sitio donde aquella vez gozó.  

sábado, 2 de noviembre de 2013

Toma siete

La niña mira por la ventana ilusionada. Ha visto en la tele como es todo afuera, pero esta es la primera vez que va a vivirlo. El aire, al que se refieren como tan peligroso, es su más secreta tentación -ama lo prohibido y a los peces-. Los martes, de ahora en adelante, dormiría hasta las tres, pero los jueves esperaría desde mucho más temprano el viernes. Cuando su padre llegara a la noche, ella le leería un cuento y él se dormiría; la niña saldría en puntillas y prepararía caramelo para decorar la merienda del sábado, con la que despertar a su madre en sus dominicales cumpleaños. Los lunes, sin embargo, se desperezaría hasta morir, pero, se sabe, no rencarnaría -ama lo prohibido y a los peces: el vidrio está roto-.

jueves, 12 de septiembre de 2013

La figura, el fondo o el ojo que se tuerce

Arim es omóc ed edneped odot, leyó en el espejo y no supo establecer un contacto con el lado opuesto de su elegida realidad, a la que seguía porfiado en llamar destino optando una vez más por creer en la dadilausac

lunes, 9 de septiembre de 2013

Espiración

-Necesito una historia.
-Tomá -respondió y le dio una cajita de esas que contienen otra cajita y otra y otra, que lo obligaba a pensar en los cuadros que dentro tienen un cuadro y otro y otro, o en cuando se enfrentan dos espejos que se reflejan y reflejan y reflejan.
-No puede ser. Necesito una historia -reconfirmó él con la mirada cada vez un poquito más triste.

-Bueno, tomá -volvió a responder, molesta y resoplando, y le entregó una manzana mordida.

jueves, 5 de septiembre de 2013

Obligaciones y buenas costumbres

El principio se sitúa en un martes por la mañana. Se encontraron en la puerta de la iglesia a la que ella solía asistir para desnudarse: hacía años había descubierto que el problema no estaba en el cuerpo, sino en la vestimenta. Cuando bajó la escalinata, lo vio sentado en el piso con la cara cubierta por una boina ajada; dejó caer  la mano sobre su hombro derecho y él se sobresaltó por el calor. Se encerraron en el mismo altillo en que solían gozar hasta llorar o hasta que el borde del toallón que ponían en el suelo se prendía fuego. Se sentaron en el piso,  de frente y mirándose a los ojos, y se prometieron gastar las palabras, las únicas por quienes guardaban la más estricta fidelidad. Pero se agotaron pronto, tal vez más rápido de lo que esperaban, secándoseles las gargantas de la erótica caricia que aparece con cada ocurrencia verbal. Entonces empezaron a morderse. Hasta que además de sin palabras, se quedaron sin carne. Ya era jueves y esa noche debían cenar con la familia. 

viernes, 23 de agosto de 2013

Sexo implícito

“El beso que todavía no te mordí, me espera en los bordes de tus labios”, le dijo ella mientras que, sin que él lo supiera, le hacía el amor con la mirada. El orgasmo fue intenso; el problema es que todavía no aprendía a manejar sus fantasías cuando esto sucedió: pocas semanas después abortaría un embarazo imaginario.