-Tomá nota
-dijo manteniendo la mirada
sobre la hoja en la que golpeaban con violenta esperanza las teclas de la vieja
máquina ya entrada en desuso. Luego pensó en lo difícil de anotar el silencio y
con qué palabras podría definirse si existiera la obligación de encontrarle
definiciones a las cosas, incluidas la nada y el vacío, por ejemplo. Inmediatamente
entendió que el ruido tampoco podía ser escrito. Miró el punto que daba por concluido
el último párrafo, le ordenó a su alter ego descansar y fue en busca de la
cámara de fuelle, no sin antes tropezar con el globo terráqueo que había
quedado en la alfombra luego de la limpieza de escritorio efectuada por
Margarita. Decidió que en febrero vacacionaría en Shenzhen.
Certera prosa.
ResponderEliminarNos leemos.
Besos ;-)
Hola Sol! Cuanto tiempo sin leerte, me alegra haberte encontrado nuevamente y ten la certeza de que tus fechorías me encantan!
ResponderEliminarBesitos,